
«Money makes de world go around», como decía la película «Cabaret» que protagonizó, Liza Minelli en 1972.
Tenemos grandes ideas y por ello formamos parte del sector de la cultura, ideas que son un valor capitalizable, pero a la hora de sentarnos a aterrizar la propuesta, determinar las partidas, asignar un valor numérico y elaborar un plan de financiación, en muchas ocasiones estamos perdidos.
A lo largo de mi carrera, he podido comprobar que ideas excelentes, veían truncado su futuro por no establecer una estructura de costes e ingresos adecuada, viable y abordable. Estableciendo diferentes escenarios y evaluando constantemente la viabilidad del proyecto. Por gracia o por desgracia, tanto si somos artistas+productores, productores a secas,distribuidores o gestores culturales, excel tiene que ser uno de nuestros mejores aliados.
Determinar las partidas que necesitamos para llevar a cabo un proyecto, es tarea árdua y tenemos que conocer los procesos de producción necesarios del ámbito en el que queremos llevar a cabo nuestra idea para poder ejecutar esta tarea. Una vez que tenemos el número final, ¿Cómo conseguimos la financiación?.
Hace ya algunos años que cambió o varió sustancialmente, el modelo de financiación de los proyectos culturales en España. Pasamos de un apoyo por parte de las instituciones públicas, que podía llegar al 70% de nuestro proyecto a que hoy en día no alcance a penas el 30%. Milton C. Cummings ya lo analizaba en su libro «The Patron State», explicando los distintos modelos de políticas culturales en Europa, Estados Unidos y Japón. Dependiendo de la historia del país y sus líneas de actuación en cuanto a políticas culturales se refiere, la financiación de los proyectos cuentan con más o menos apoyos, públicos y privados. Os recomiendo la lectura de este libro, para que podáis llevar a cabo una comparativa de modelos, además el libro tiene «su edad» y probablemente podáis adquirir una visión más amplia de donde venimos y el cambio que se ha producido en España, debido a la crisis del 2008 entre otras circunstancias. Igualmente será interesante deducir, a partir de la lectura, cuales son las líneas de actuación para un futuro próximo.
Cuándo nos enfrentamos entonces a un plan de financiación, para un proyecto cultural, tenemos que pensar en un modelo mixto. Distintas organizaciones, tanto públicas como privadas y sin dejar a un lado el revenue, tienen que formar parte de nuestro plan estratégico para levantar fondos. Ayudas, subvenciones, sponsors, patrocinadores, revenue, residencias, fundaciones etc… todo es ponerse y empezar, una cosa te lleva a la otra y todo suma en un proyecto. El propio plan de financiación muchas veces se convierte a la vez, en un plan de difusión exponencial.
En mi opinión, ha sido «gloriosa» la línea de actuación, que ha tomado el INAEM en esta última convocatoria de ayudas, debido a la situación sanitaria, en la que hace referencia a la importancia de las infraestructuras para la creación y desarrollo artístico. Y aunque sea tedioso, os recomiendo una lectura profunda del documento: Resolución , y si queréis compartir vuestra opinión, aquí estamos.
¡Nos vemos en la redes!